Acerca de las clases
Pregúntate por la mañana y, aunque no te contestes, sigue preguntándote, haz que trabaje tu cerebro. (Inhalando, exhalando y espera diez segundos entre preguntas):
- ¿Qué es lo mejor que puedo esperar hoy?
- ¿Qué estoy dispuesto a dar hoy?
- ¿De qué puedo estar feliz en este momento?
- ¿Qué es lo que más me entusiasma de mi vida, ahora?
- ¿Qué aprendo con lo que me pasa?
Pregúntate por la tarde o por la noche (Inhalando, exhalando y espera diez segundos entre pregunta y pregunta):
- ¿Qué fue lo que más disfrutaste hoy?
- ¿Qué he dado y que he recibido hoy?
- ¿En qué aspectos soy mejor hoy? ¿Qué he aprendido hoy?
Si tus respuestas son negativas o tienes un problema, pregúntate:
- ¿Qué es lo más emocionante de este problema?
- ¿Qué deseo en lugar de este problema?
- ¿Qué quiero hacer para obtener lo que deseo?
- ¿Qué es lo que no quiero seguir haciendo para obtener lo que deseo?
- ¿Cómo puedo disfrutar este momento que me ayuda a lograr mi meta?
- Si mi problema lo veo como un fracaso, ¿no será una oportunidad para aprender?
- Si mi problema lo veo negro, ¿será que tanta luz me ciega?
- Si mi problema me agobia, ¿Cómo sería dialogar con él?
- Si solo tengo una alternativa de solución, ¿Qué pasaría si genero cincuenta diferentes?
- Si no tengo creatividad para preguntarme: ¿Qué pasaría si hiciera como si yo tuviera creatividad?, ¿Qué diría?, ¿Qué haría?
BENEFICIOS:
Las preguntas son una parte importante en el proceso de pensamiento. Las preguntas son la respuesta, por que cambian nuestros enfoques. Al cuestionarte, puedes cambiar tus sentimientos, el enfoque de tu cerebro, y lograr una atención positiva para mejorar algunos aspectos de tu vida. Las preguntas ayudan a optimizar nuestro proceso de solución de problemas.
Participa en la conversación